Villanas en un mundo de letras

Aprovechando que nos encontramos cerca del Samhain (o Halloween para los que lo prefiráis), voy a adentrarme un poco en el mundo de las mujeres villanas de la literatura. Está claro, que tiene que haber de todo en el mundo y que ser mujer no significa ser siempre buena persona, también las hay muyyyy malas y esto, evidentemente, se refleja desde muchos ámbitos y el literario no es la excepción. 

Empezamos un clásico de las tragedias del siglo XVII de William Shakespeare The Tragedy of Macbeth, representada por primera vez en 1606. Nuestra villana es nada más y nada menos que Lady Macbeth, esposa de Lord Macbeth, barón de Glamis, barón de Cawdor y, finalmente, rey de Escocia. ¿Y cómo es que llega a ser rey? Porque junto a él tenemos a la villana de la ambición, es ella la cabeza pensante y la que impulsa a su marido a asesinar al rey Duncan para poder ocupar su lugar en el trono. Tanta ambición la lleva a la locura y a su muerte. Lady Macbeht está analizada muy a menudo como la antítesis de la madre. En su artículo, Fantasicing Infanticide: Lady Macbeth and the Murdering Mother in Early Modern England, Stephabie Chamberlain nos da una visión que representa la situación de conflicto en una Inglaterra al principio de la era moderna, ya que la ambición de poder de Lady Macbeth está condicionada por la maternidad. Simboliza la totalidad de las madres condenadas en la Inglaterra moderna, en la que, a menudo, surgían acusaciones a madres de hacer daño a sus hijos. Así pues, Lady Macbeth lucha contra la condena de ser mala madre, tan común en la época y no por su esfuerzo por ser hombre. No deja de ser un personaje que crítica una sociedad en la que se estaba castigando a las mujeres. 



"¿No eras hombre, cuando te atrevías, y buscabas tiempo y lugar oportunos? ¡Y ahora que ellos mismos se te presentan, tiemblas y desfalleces! Yo he dado de mamar a mis hijos, y sé cómo se los ama; pues bien, si yo faltara a un juramento como tú has faltado, arrancaría el pecho de las encías de mi hijo cuando más risueño me mirara, y le estrellaría los sesos contra la tierra".


Y de aquí pasamos a Misery, novela de terror psicológico de nuestro querido Stephen King que publicó en 1987. Nos adentramos en la historia de Paul Sheldon, un escritor de novelas románticas que sufre un accidente de coche bastante aparatoso. Cuando despierta, Annie Wilkier, una admiradora de sus novelas que resulta ser enfermera, está ayudándole a recuperarse. A pesar de que al principio todo va bien, pronto averiguará que nuestra enfermera solo tiene un siniestro objetivo: que el escritor continúe publicando más novelas de su saga Misery, cuya heroína ha muerto en su última novela. Annie Wilkier se servirá de cualquier herramienta, literalmente, para alcanzar su objetivo.


         "—Me llamo Annie Wilkes, y soy…
          —Ya lo sé —la interrumpió—. Usted es mi fan número uno.
          —Sí —asintió sonriendo—, eso es exactamente lo que soy."


Así pues, nos encontramos ante una mujer tan obsesionada con una saga literaria, que se atreve a cometer varios delitos con tal de que esta siga adelante. A menudo, tiene dificultades para diferenciar entre realidad y ficción que la llevan a sufrir ataques violentos, probando seguramente su enfermedad mental, que podría ser la bipolaridad. Un personaje masculinizado a la cual King describe como corpulenta, sobria, sencilla en apariencia, solitaria... pero que a la vez, paradójicamente, se caracteriza por su infantilidad, una enamorada de la literatura romántica que sueña con vivir esas historias. 

Vamos con una villana un poco más actual, Bellatrix Lestrange de la saga Harry Potter de J.K. Rowling (1997-2007). Nos encontramos ante una bruja despiadada, poderosa y racista que odia a los magos que no tienen pureza de sangre, es decir, a los brujos descendientes de muggles. Tiene una personalidad inestable y desquiciada y pertenece al grupo de seguidores de Voldemort, siendo esta una de las más leales y sanguinarias, una de las Mortífagas más temidas. La mueve el fanatismo, la locura de torturar y asesinar a quienes son de sangre sucia, no necesita más motivación más que la crueldad que la mueve. Es toda una representación del fanatismo y creo que sirve perfectamente como una crítica a esa defensa exagerada y obsesiva de algunos movimientos fanáticos que han existido durante siglos.


"¡Deberías sentirte orgullosa! ¡Si yo tuviera hijos, me alegraría de que entregaran la vida por el Señor Tenebroso!"



Para terminar voy a hablar de una villana rubia perteneciente al mundo de Juego de Tronos de George R.R. Martin, una villana que pertenece al clan de los leones, los Lannister. Otro espejo de la ambición y del narcicismo. Cersei siente la sed del poder, al igual que Lady Macbeth, la diferencia, es que Lady Macbeth acaba muriendo a causa de la culpa que la corroe, pero en Cersei no encontramos ni un ápice de arrepentimiento. Es curioso como los peinados de las mujeres entablan la evolución de las mismas dentro del poder, así pues, cuan más elaborado es el peinado que visten los personajes femeninos de esta saga, menos poder ostentan. Cersei acaba con su cabellera cortada, que en un principio es símbolo de humillación cuando sufre el paseo de la vergüenza, que en un principio ha de ser un camino de expiación, pero que acaba culminando en el poder absoluto de Cersei, convirtiéndose en reina de Los Siete Reinos. 




"Cuando juegas al juego de tronos, ganas… o mueres. No hay un punto medio".


Acabo agradeciendo que me sigáis leyendo, es un placer poder compartir las ideas que se me pasan por la mente y saber que alguien las lee. 

Hasta la próxima!!












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